miércoles, 10 de febrero de 2010

RICARDO BALBÍN Y SU TIEMPO

Libro escrito como homenaje en el Centenario del Natalicio de Ricardo Balbín 1.904-2.004
Prólogo de la Prof. Martha Berutti
140 Páginas con 15 Capítulos
Declarado de "Interés Cultural" por el Concejo Deliberante de La Plata.

La presente obra describe la vida desde los ancestros de Ricardo Balbín, con datos inéditos que seran valiosos para futuros trabajos que lo describan.
No es una biografía propiamente dicha, sino los hechos que transcurrían en la República, en algunos de los cuales no participó, pero que de igual modo tuvieron que ver con su carrera política relatada desde su niñez y adolescencia, transcurrida desde sus comienzo con avatares que fueron forjando su espíritu de luchador por las causas de la Nación.
Su condición de legislador al frente del histórico "Bloque de los 44" donde mostraría su enjundia y su habilidad para zanjar situaciones dificiles dentro del propio bloque y ante una abrumadora mayoría del partido gobernante.
Su traginar permanente ocupando la tribuna en los pueblos más remotos, donde llevó su palabra encendida pero silenciada en los medios de comunicación de aquellos años.
Su dura prédica le costaría 14 procesos de desacato al Presidente de la República, razón por la cuál le costaría el desafuero de la Cámara de Diputados y en su discurso de despedida antes sus pares diría "yo no tengo la culpa de mi lenguaje, a mi me lo enseñó la adversidad".
Del desafuero a la Carcel de Olmos hubo un corto trecho, y cuando creyeron silenciarlo nació su Periodico "Adelante" que desde su celda N° 24 se autodefinió con aquello de que "La consigna es bregar, en eso estamos".
Sus distintas candidaturas ya sea como Gobernador de la Provincia o a la Presidencia de la Nación, no fueron más que una poderosa razón y asumir un sacrificio para recorrer el país con sus verdaes, sabiendo de antemano los resultados electorales.
La dolorosa división del Partido en 1.957, que postergara por muchos años el futuro de la U.C.R. dejarían una huella indeleble en el espíritu de Balbín, pero debió seguir adelante y quizás en los años por venir, comenzaría una de las etapas mas importantes del político en aras de la paz y la unión de los argentinos. Así sería propulsor de la Asamblea de la Civilidad, La Hora del Pueblo y la Multipartidaria en su tenaz tarea por reecontrar a los partidos de la Democracia y devolverle a la Nación su institucionalización para los tiempos.
"Atravesó los puentes del amor propio" como el mismo lo definiría para reecontrarse con el General Perón y sellar con un abrazo el encuentro de los argentinos, y demostró con renunciamientos, que este último servicio que prestaba a la República no era para su beneficio sino para bien de los argentinos.
Despidió en nombre todos los partidos los restos mortales de Juan Domingo Perón en un improvisado mensaje que aún se recuerda, porque nació de la espontaneidad de sus sentimientos y así quedó para la historia que viene.
Un 29 de julio de 1.981 su voz se silenciaría para siempre, y en la ocación alguien dijo "debió morir para triunfar", pues una extraordinaria multitud acompañó sus restos desde Buenos Aires a La Plata, para que descansara en su última morada, recinto que le costearan sus correligionarios sin ningún aporte oficial como él lo hubiera deseado.
Concluye el relato con la valiosa opinión que de él tuvieran dos personalidades de gran prestigio, el periodista Manfred Schonfeld y el historiador José Luís Romero

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